viernes, 22 de enero de 2016

Las comidas y bebidas que disfrutamos cada día contienen muchos ácidos naturales que pueden causar el desgaste del esmalte...

El desgaste del esmalte, o erosión ácida, está relacionado con las comidas y las bebidas que consumimos diariamente y que pueden ser sorprendentemente altas en ácidos. Los ácidos naturales de los alimentos, como el vino y zumos de frutas, son los que pueden ablandar el esmalte provocando su desgaste y, posiblemente, dar lugar a una erosión del diente a largo plazo.
                                      Resultado de imagen para desgaste dental por alimentos
Si bebe vino, sus dientes pueden ser vulnerables al desgaste del esmalte. Consumir con regularidad alimentos con ácido cítrico como las fresas o los zumos de frutas puede exponer sus dientes al desgaste del esmalte. De hecho, alimentos comunes como los refrescos  pueden cambiar visiblemente los dientes con el paso del tiempo. Son los ácidos ocultos en la comida y bebida diaria los que constituyen la causa más común del desgaste del esmalte.
                                      
Por ejemplo: El jugo de naranja cuando entra en contacto con el esmalte de sus dientes, la superficie dura del esmalte se ablanda. Entonces, si se cepilla los dientes inmediatamente después de tomarse el zumo de naranja, puede provocar la erosión del esmalte. Si ésta es su rutina, al cabo del tiempo puede empezar a experimentar los efectos del desgaste del esmalte.
Por eso, evite cepillarse los dientes inmediatamente después de consumir bebidas o alimentos con ácido. Es mejor esperar por lo menos una hora antes de cepillarse.
El desgaste del esmalte causado por el ácido puede afectar a personas de todas las edades. Y una vez que aparece, es irreversible. Por eso, la protección es mejor. 
Fuente: sensodyne.es

jueves, 15 de octubre de 2015

¿QUÉ ALIMENTOS SON BUENOS PARA TUS DIENTES?

Diariamente lavas tus dientes y acudes al dentista periódicamente, preocupado por la salud de tu dentadura, pero ¿ya pensaste en la alimentación correcta para ayudar a tus sonrisa y salud bucal?.

Cuando comemos, en nuestra boca se lleva acabo un proceso químico y este tendrá una repercusión posterior, dependiendo el tipo de dieta.

Los azucares no solo se encuentran en las golosinas, estos también se encuentran en bebidas y zumos de las frutas, ya que aun que no contengan azúcar como tal, tienen un alto contenido de ácidos, que desgastan los dientes. Comer fruta diariamente se podría prestar a una dieta saludable, pero exceder de estos alimentos también perjudica ya que con tienen azucares naturales, que erosinan el esmalte dental.

¿Que podemos hacer?, bueno en primer lugar después de beber algún licuado, comer ensalada o cualquier alimento rico en ácidos, no cepillarse los dientes, ¡si oíste bien!, no cepilles los dientes de forma inmediata, ya que esto causaría un daño mas a el esmalte de los dientes, lo primero que tienes que hacer es, enjuagar con agua o tomar leche, para contrarrestar la desmineralización.



Aqui tienes otros tips mas:

1. Beber leche y derivados (ricos en calcio, fósforo y vitaminas A, D y B) después de las comidas y antes del cepillado. 

2. Otro aliado es el té verde (sin azúcar), rico en flúor y compuestos antioxidantes. 


3. Beber mucha agua, sin gas (pues contiene ácido carbónico). Las aguas fluoradas están vinculadas con la reducción de caries. 

4. Mascar chicle, sin azúcar y con xilitol (edulcorante natural procedente de la corteza del pino), para ayudar a la limpieza de los dientes y para estimular la secreción de saliva, rica en compuestos antibacterianos. 

5. Cepillar los dientes 2 veces al día es suficiente, posponerlo al menos 30-45 minutos después de la ingestión de alimentos. 

6. Cepillar los dientes antes del desayuno, y no después, sobre todo si solemos beber zumos de naranja, limón o pomelo. Con ello, se crea una “capa protectora” de fluoruro contra los ácidos a los que vamos a exponer nuestro esmalte. 

7. ¡Come chocolate! Es mucho mejor que comer caramelos o golosinas pegajosas… Está demostrado que una parte del grano de cacao posee contenidos antibacterianos. 

8. Come zanahorias, manzanas y apio, que contienen sustancias naturales que “limpian” los dientes.




viernes, 31 de julio de 2015





IMPLANTE DENTAL: CONOCE SUS PROS Y CONTRAS


Si tienes un diente que falta, es probable que estés considerando la posibilidad de que un implante dental será adecuado para ti, puede beneficiarte el aprender acerca de los pros y los contras asociados. En muchos sentidos, los implantes tienen grandes ventajas frente a otras alternativas como un puente o una prótesis. Sin embargo, pueden haber desventajas con el uso de un implante dental. Puedes sopesar si un implante es adecuado para ti mediante el uso de la información pertinente.

                                        

Pros


Elemento permanente

A diferencia de una dentadura postiza, un implante no se mueve. Se fija en la boca a través de las raíces falsas y no se suelta. Dos beneficios de tener un implante es que no tienes que pasar por el embrollo de tomar tu diente para limpiarlo por separado, o pegarlo en su lugar con un producto diseñado para evitar el deslizamiento.
Como una prótesis puede aflojarse, puede causar vergüenza y la incomodidad. Dificultad en el habla puede ser el resultado de un diente falso flojo, y el comer puede ser difícil. Con un implante dental, puedes ser capaz de comer normalmente, tal como lo hacías cuando tenías un diente real en su lugar.
Aunque la corona de un implante tiene que ser reemplazados cada diez a quince años, el propio implante debe durar toda la vida con el cuidado adecuado.

Higiene oral

Un implante es similar a un diente real. Se puede limpiar de la misma manera junto con los dientes reales. Esto proporciona una mejor salud oral que un puente, que está unido a otro diente, o ambos dientes laterales, sin dejar un hueco en el que para asistir estrechamente a la limpieza.

Confianza

Con un implante dental, te sentirás lo suficientemente seguro/a como para sonreír ampliamente, comer en público, besar y hablar sin estar preocupado de que su diente se afloje.

                                   

Comodidad

Un puente o una dentadura postiza pueden ser incómodas y con una sensación no natural. Un implante dental se sentirá natural y normal.

Otros dientes

Si tienes un puente, los dos dientes a cada lado de él, serán acortados a fin de que las tapas vayan sobre ellos, ya que así es como se mantiene el nuevo diente falso en su lugar. Si usted tiene un implante, ninguno de los otros dientes será dañado de esta manera.

Detiene la pérdida ósea y el deslizamiento del diente

Cuando falta un diente, los dientes de ambos lados de la brecha producida pueden comenzar a deslizarse y torcerse. Un implante dental puede prevenir esto. También puede detener la pérdida ósea y que la mandíbula se encoja.

                                        

Contras

Costo

Los implantes dentales pueden ser muy caros y generalmente no están cubiertos por un seguro dental.

Cirugía

Tener un implante dental se clasifica como una cirugía. Esta cirugía no está exenta de riesgos y puede dar lugar a hematomas, hinchazón y dolor.

                                      

Tiempo

El procedimiento de tener un implante dental toma mucho más tiempo que tiene un puente o una dentadura postiza. Hay un tiempo de preparación y atención de recuperación que considerar, que implican un buen número de visitas al dentista.

La sustitución de la corona

A diferencia de una dentadura o un puente, que debe durar el tiempo que se cuiden, la corona de un implante dental debe reemplazarse cada diez a quince años.

Fracaso de los implantes dentales

Aunque la mayoría de los implantes dentales tienen éxito, existe el riesgo de fracaso. Si los accesorios se montan incorrectamente, el resultado puede ser una infección. Cuando se colocan implantes dentales en estructuras óseas delgadas pueden aflojarse. Deterioro del nervio es una posibilidad. Esto puede conducir al dolor, hormigueo y entumecimiento.

                                             
Thomas D Taylor, DSS, MSD y William R Laney, DMD, MS sugieren que no debería tener un implante dental si sufres de una enfermedad incapacitante, si estás embarazada, tienes una condición seria de salud mental o sientes que no vas a tener la motivación suficiente para atender el tratamiento requerido y sesiones de seguimiento en su totalidad.
En cuanto a los pros y los contras en profundidad pueden ayudar a darte una buena idea de si eres es un buen candidato para un implante dental. Tu dentista también debe ser capaz de ayudarle a tomar la decisión correcta.

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martes, 5 de mayo de 2015

NIÑOS Y JÓVENES CON ASMA TIENEN MÁS CARIES


  
Asma:
Es un trastorno que provoca que las vías respiratorias se hinchen y se estrechen, lo cual hace que se presenten sibilancias, dificultad para respirar, opresión en el pecho y tos.

Los niños y adolescentes con asma tienen mayor probabilidad de desarrollar caries y gingivitis. Así lo demuestra la tesis doctoral presentada en la Academia Sahlgrenska de la Universidad de Gothenburg de Suecia.

El estudio ha analizado a cuatro grupos compuestos por niños de tres y seis años, adolescentes de entre doce y dieciséis años, y jóvenes de entre dieciocho y veinticuatro años. En general, en todos estos grupos se ha observado una mayor incidencia de caries y gingivitis.

"Los niños con asma tienen mayor tendencia de respirar con la boca. Eso hace que se les seque la boca y que tengan la necesidad de beber y tomar, con más frecuencia, bebidas azucaradas", explica la higienista dental e investigadora del Instituto de Odontología de la Academia Sahlgrenska, Malin Stensson.

                               

Por su parte, en el grupo de los adolescentes los investigadores destacan que "sólo uno de cada veinte asmáticos no tenía caries, una circunstancia que en el caso de los no asmáticos aumentaba a trece". Según Stensson, la "baja secreción de saliva" propiciada por "los medicamentos que toman" podría incrementar la formación de caries.

Por todo ello, y aunque reconocen que el número de participantes es "pequeño", los especialistas recomiendan que "los médicos, los odontólogos y los padres de los niños asmáticas sean consciente de la relación entre asma e higiene oral".

                       

Fuente: Europa press

lunes, 20 de abril de 2015

LOS PELIGROS DE LOS BLANQUEAMIENTOS DENTALES CASEROS



Un blanqueamiento dental no es un tratamiento para tomar a la ligera y en los últimos tiempos han proliferado todo tipo de procedimientos que prometen una sonrisa blanca y bonita pero que no hablan de los posibles riesgos que corre la boca si no se hace con garantías. ABC.es ha hablado con la doctora María Piedad Estefan Espitia, de la Clínica de Odontología y Medicina Estética Health & Smile y miembro de Saluspot, que nos cuenta los peligros de un blanqueamiento sin supervisión.
Los blanqueadores dentales «caseros» al igual que las pastas blanqueadoras han ido ganando adeptos desde su salida al mercado y han proliferado las ofertas de tratamientos en clínicas de estética, peluquerías o spas que utilizan sustancias blanqueadoras (como peróxido de hidrógeno o el peróxido de carbamida) como las que se utilizan en consulta pero en una proporción tan mínima que no producen ningún efecto real así como otros «materiales abrasivos» que, aclara la doctora, son productos que «rayan el diente y al rayarlo parece que es más blanco», lo que «está totalmente desaconsejado» ya que, recuerda esta odontóloga, «el esmalte es el único tejido del ser humano que no se vuelve a reproducir, esmalte que se pierde es esmalte perdido para siempre». Lo que van a hacer estos productos es aclarar un poquito el tono pero no van a conseguir unos resultados estéticos reales.
 

Es importante tener en cuenta que estos tratamientos «sean inocuos y que minimicen los efectos secundarios de un tratamiento estético» antes de proceder a poner nuestra boca en riesgo. Los grandes peligros de un tratamiento abrasivo o no controlado pasan por «una sensibilidad extrema, el mencionado desgaste o la pérdida de esmalte así como que no dé el resultado adecuado hasta provocar unos dolores increíbles si se pone sobre un diente que tiene una caries» relata la doctora Estefan.

Ante todo es importante que un profesional valore «qué tipo de esmalte tienes, si tiene permeabilidad y, por lo tanto, la sensibilidad que va a tener así como si los hábitos y la forma de vida que tienes es compatible a largo plazo con un tratamiento de blanqueamiento», explica la doctora Estefan, ya que estas variables «condicionarán mucho el resultado final».
                              
Otro factor a tener en cuenta es que a los pacientes con problemas de encías hay que valorarlos previamente «porque pueden desarrollar sensibilidades importantes ya que tienen las raíces descubiertas». Además,no todos los pacientes ni todos los colores de dientes reciben el mismo protocolo de blanqueamiento, «hay que hacerlo a medida de cada diente».
Muchos son también los «trucos de la abuela» con bicarbonato, vinagre, limón, etc... a los que siempre se recurre sin pensar que también pueden tener efectos nocivos sobre la dentadura. Aunque «pueden ayudarnos nunca van a tener los mismos resultados que un blanqueamiento dental clínico con sustancias químicas». La doctora Estefan explica que el bicarbonato también se usa en consulta «para quitar manchas de tabaco, de té, de café... pero de forma puntual con máquinas especiales y con un grosor y una técnica adecuada», pero si todos los días «te lavas los dientes con eso vas a destruir el esmalte» aunque «al principio parezca que esas pequeñas manchas ocasionadas por la dieta desaparecen». Y si se abusa de estos trucos podemos acabar produciendo abrasiones importantes que luego haya que «completar con carillas de porcelana».


Recomendaciones para tener la sonrisa más bonita

Sin tratamiento de blanqueamiento, la doctora recomienda tener una dieta pobre en alimentos con colorantes potenciales, no tomar café, no fumar, tomar té blanco o verde en vez de negro, tener una higiene bucodental adecuada, visitar al dentista para hacer limpiezas cada seis meses o por lo menos una vez al año. «Con eso vamos a conseguir tener una boca sana y con un blanco natural», recalca.
                           

                                   

Para conseguir el blanco nuclear que se estila ahora eso se consigue bajo dos tratamientos clínicos fundamentalmente: un blanqueamiento dental clínico o con sistemas estéticos más elaborados como las carillas de porcelana. El primero se puede hacer en consulta o en casa. En clínica consiste en un concentrado de peróxido de hidrógeno en una concentración muy elevada que puede ser activado o no por luz (láser, led...) o con activadores químicos que no necesitan luz. En casa se utiliza peróxido de carbamida al 16% con el que se rellenan unos moldes a medida del paciente para que se lo ponga en la boca durante el tiempo que le haya dicho el dentista durante dos o tres semanas o hasta un mes.


Estos métodos «son inocuos y son los que más duran aunque dependerá de la dieta del paciente». Esto es porque «si eres fumador, bebes vino tinto, bebés café, etc... por muchos blanqueamientos nunca podremos los mantener esos resultados a lo largo del tiempo porque el diente se vuelve a teñir aún más». Eso en el caso de los tratamientos profesionales por lo que un blanqueamiento casero se verá completamente anulado aún corriendo los riesgos asociados a estos métodos.
Fuente: ABC.es 

lunes, 24 de noviembre de 2014

EL CALCIO Y LOS DIENTES

El calcio es uno de los elementos más abundantes en nuestro organismo ya que supone entre un 1,5 – 2% del peso total del cuerpo. Como podrás ver la mayor parte del calcio del organismo se encuentra localizado formando parte de los huesos y de los dientes. 
                                                 
El calcio cumple numerosas e importantes funciones para el organismo de entre ellas hay que destacar su papel fundamental en la formación y mantenimiento de los huesos y los dientes.
Entre las fuentes alimenticias que presentan calcio se encuentran la leche y los derivados lácteos, que constituyen los principales alimentos que aportan calcio al organismo, seguidos de los pescados, las harinas integrales, los frutos secos y las legumbres. Las cantidades de calcio diarias que necesitamos ingerir varían con la edad, siendo máximas durante la infancia y la adolescencia, periodos durante los cuales se produce un intenso desarrollo físico.
                                 
Como sabemos, los alimentos tienen un efecto directo sobre los dientes. Sin embargo, no solo tenemos que prestar atención a este efecto al comer los alimentos ya que a nivel general también vamos a encontrar repercusiones.  El déficit o escasez de vitaminas (A, D), calcio y fósforo pueden ocasionar alteraciones en el desarrollo dentario, lo cual puede provocar que los dientes no tengan un adecuado desarrollo y  se formen unos dientes con una estructura más débil.
                              
Existen creencias populares que suponen que durante el embarazo el calcio, necesario para el crecimiento del nuevo bebé, es extraído de los dientes de la madre. Podemos afirmar que, a pesar que el requerimiento de calcio aumenta durante el embarazo, este calcio no es extraído del tejido dentario. Sin embargo, durante el embarazo si ocurren una serie de cambios en la conducta alimentaria y a nivel bucal. Suele haber un aumento de la frecuencia con la que se ingieren alimentos, se pueden observar la proliferación de algunas bacterias presentes en la boca, cambios en el flujo, la acidez y la composición salivales que pueden ir acompañados de unos hábitos higiénicos insuficientes. 
                            
Todos estos factores elevan el riesgo de aparición de caries en la futura madre. Además, los cambios hormonales durante el embarazo hacen que las encías sean más propensas a inflamarse y sangrar. A día de hoy, dichos como “un embarazo, un diente”, no tienen validez científica.
Actualmente, se están desarrollando productos de acción preventiva contra la caries que intentan utilizar el calcio y sus derivados como métodos de prevención a nivel tópico. Su función se basa en liberar calcio a la placa dental y a la superficie del esmalte lo que ayudaría a evitar la acidez en la cavidad bucal tras las comidas y a favorecer la remineralización del esmalte, dificultando así la aparición de lesiones de caries.
                                
Fuente: www.elrincondelaspequenassonrisas.com 

lunes, 27 de octubre de 2014

¿QUÉ TANTO SABES DE LAS INFECCIONES BUCALES?

La boca, como puerta de entrada de los alimentos que surten de nutrientes al organismo, como conexión directa con otros órganos internos del cuerpo y por las funciones que realiza, es fácil que sea vulnerable a infecciones de diversa índole. 

Aunque no tienen por qué ser graves, es fácil que padezcamos alguna durante nuestra vida, por eso la precaución y los buenos hábitos son necesarios para intentar minimizar su impacto.


Bacterias, virus y hongos son responsables de las infecciones bucales, que aparecen bajo diferentes circunstancias.

En el caso de infecciones bacterianas, el problema no es la aparición de bacterias, pues estas viven en equilibrio en la boca y no crean problemas si su población está controlada. Más de 700 especies pueden conformar el biofilm oral (placa bacteriana) en circunstancias normales. 

              

El problema se da con la proliferación de microbiota patógena en la cavidad bucal, pues esta se acumulan entre los dientes y encías por no haber realizado una correcta higiene bucal. El biofilm oral patógeno puede provocar que los ácidos resultantes desmineralicen la superficie del esmalte dental y favorezcan la aparición de caries y enfermedades de las encías, como la gingivitis o periodontitis.

          


Sobre todo es un problema cuando la persona tiene un nivel de defensas bajo, ya que un sistema inmunológico débil favorece un crecimiento desmesurado de microorganismos patógenos.


Las infecciones por hongos también son comunes. La candidiasis oral se produce por la variedad candida albicans, que puede habitar en la boca de manera normal sin manifestarse gracias a la protección de un sistema inmune estable y los microorganismos habituales de esa zona. Los desequilibrios inmunitarios comentados anteriormente para las bacterias también estarían detrás de una proliferación excesiva de este hongo, que se detectaría por una acumulación blanquecina en la lengua, principalmente.

                          

Por otro lado, las infecciones víricas provocan úlceras en la boca, que a menudo aparecen en personas especialmente sensibles a padecer sus consecuencias, bien sea por estrés o por encontrarse en una situación inmunocomprometida. 

Su causante sería el virus del herpes, que provoca en menor medida llagas o úlceras en la mucosa del paladar duro y, en mayor medida, alrededor de la misma, en los labios. Algunas de estas infecciones víricas pueden alcanzar una gran relevancia clínica, por lo que hay que vigilarlas con frecuencia.