lunes, 21 de abril de 2014

MALOS HÁBITOS ORALES, PUEDEN ACABAR CON LA PRESENTACIÓN FACIAL DE SUS HIJOS

El incorrecto desarrollo dental y facial son causados en la mayoría de los casos por la succión digital, la respiración bucal, succión labial y comerse las uñas.

Los hábitos bucales (no fisiológicos) son uno de los principales factores etiológicos causante de maloclusiones o deformaciones dentoesqueléticas, los cuales pueden alterar el desarrollo normal del sistema estomatognático y una deformación ósea que va a tener una mayor o menor repercusión según la edad que inicia el hábito, cuanto menor es la edad, mayor es el daño.

Si actuamos de manera temprana tendremos más posibilidades de modificar el patrón de crecimiento de los maxilares y el desarrollo de los arcos dentarios, la igual que si eliminamos el hábito deformante antes de los 3 años de edad.

Cada uno de estos hábitos desencadena una serie de problemas que no solo causan en los niños molestias por el manejo odontológico que se les debe dar, sino angustia para los padres, el tiempo y el dinero que deben invertir para corregirlo.

La succión del dedo: El problema es que se ejerce una fuerza externa sobre los labios, alterando el crecimiento del maxilar, se crea un espacio en la posición de los dientes y un paladar profundo ojival que hace que la lengua tome una posición muy anterior o muy posterior dificultado el proceso de alimentación. También se pueden producir en los dedos, deformaciones e infecciones por hongos, problemas de lenguaje, etc.
 

 
 
 Respiración bucal: Este problema aunque puede ser producido por afecciones como la rinitis, adenoides o amígdalas, también puede darse como el simple hábito de mantener la boca abierta. Con él, el paladar se hace ojival, los labios caen dramáticamente, se puede dar también lesiones en los ángulos de los labios (a lado y lado), y en las posiciones dentales.

Succión de labio: Chupar el labio inferior es una manía frecuente. "No solo genera dermatitis severas, manchas permanentes y estrías sangrantes alrededor del labio, sino genera una mordida abierta y queilitis angular (lesiones en los ángulos de los labios) que afectan el desarrollo dentario y la fisionomía del pequeño sufriendo la burla de sus compañeros y traumas severos".

Humedecerse el labio: Pasarse repetidamente la lengua sobre los labios, también es una manía que puede desencadenar muchos problemas. Agrietamiento de los labios, sangrado, queilitis, cambios en la posición y textura de la lengua y el paso hacia una respiración bucal, son algunos de ellos.

Comerse las uñas: Muchos padres han sufrido y han probado de todo para contrarrestar este mal hábito. Sus consecuencias están relacionadas con la mordida abierta, el desgaste del borde de los dientes, hasta el cambio en la forma de las uñas y la presentación de las manos.

 

Solución:

En primer lugar es muy importante no ridiculizar ni castigar al niño, ya que les genera vergüenza e incluso una baja aceptación social. Se puede utilizar que los padres le digan al niño que lo deje de hacer cada vez que lo vean y felicitarlo.

Sin embargo, la indicación del tratamiento y el momento de iniciarlo, va a depender de la edad del niño, de la capacidad de cooperación tanto de parte del niño como de los padres, de la severidad del hábito y del daño que esté produciendo. Por lo que es recomendable acudir a un especialista para que evalúe y determine el plan de tratamiento a seguir. Es de suma importancia interceptarlos y erradicarlos a tiempo, para un desarrollo armónico del aparato masticatorio del niño.

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