miércoles, 21 de mayo de 2014

EL PIERCING ORAL Y SUS CONSECUENCIAS



Es importante que antes de colocarte un piercing conozcas algunos de los efectos secundarios que pueden darse:

  • Dolor e inflamación: en casos extremos, la lengua gravemente inflamada puede bloquear la vía respiratoria.

  • Infecciones:  la boca contiene millones de bacterias que pueden producir una infección a partir de la perforación bucal cosmética. El manejo no aséptico de la joyería una vez colocada en la boca también aumenta las probabilidades de padecer una infección.

  •  Dientes fracturados. 


  •  Hemorragias prolongadas.




  • Interferencias con las funciones bucales normales ( dificultad en la pronunciación correcta de las palabras, además de la masticación y deglución).

  •  Traumas: al ser objetos extraños en la boca, sus componentes pueden llegar a producir traumas en diferentes áreas.



  •  Aspiración del piercing: como muchas partes metálicas de los piercings van roscadas, con el continuo movimiento de la lengua y durante la masticación, se desenroscan sus piezas y son tragadas juntamente con el bolo alimenticio. Hay casos en que las partes punzantes se hinchan en el tracto digestivo y han sido removidas con cirugía, al no ser excretadas con las heces.

  •  Halitosis 

  •  Enfermedades transmitidas por la sangre: las perforaciones bucales han sido identificadas como posibles factores de transmisión de la hepatitis B, C, D y G; transmisión del virus VIH, virus del Herpes simple, tétanos, entre otros.


  • Endocarditis: las perforaciones bucales cosméticas conllevan riesgos de endocarditis (inflamación de las válvulas o de los tejidos cardíacos). La herida creada durante la perforación bucal le da a las bacterias bucales la oportunidad de ingresar al torrente sanguíneo, desde el cual pueden llegar al corazón, produciendo, en casos extremos una endocarditis.

  • Recesiones gingivales. 



  •  Edemas: la colocación de bolillas o palillos en el dorso de la lengua puede llevar a la aparición de edemas debido a la elevada vascularización del área.





Estudios publicados por el Journal of the American Dental Asociation (JADA) afirman que las personas que llevan piercing en la boca, estando los más frecuentes en la lengua o en el labio, corren el peligro de sufrir problemas gingivales graves, para los cuales, de momento, ni siquiera la cirugía ofrece solución.


Por todo esto, te aconsejamos que el mejor adorno del que puedes presumir sean  tus dientes y encías sanas.

lunes, 19 de mayo de 2014

CEREALES DE DESAYUNO, SON UNA BOMBA AZUCARADA DE CALORÍAS.

Luego de analizar más de 1.500 cereales, el Environmental Working Group ( EWG) determinó que Kellogg’s Honey Smacks, Malt-O-Meal Golden Puffs, Post Golden Crisp, Kellogg’s Apple Jacks with Marshmallows y Kellogg’s Froot Loops with Marshmallows son los cinco cereales más azucarados.
“Los niños que comen un plato de estos cereales por día, al cabo de un año, terminan consumiendo hasta más de 10 libras de azúcar provenientes solo de esa fuente”, aseguran en el sitio de la organización estadounidense, que se dedica a realizar investigaciones sobre temas de salud pública.

Tras analizar los cereales por su contenido total de azúcar por peso, vieron que, en promedio, hasta una tercera parte del contenido calórico de los cereales proviene de azúcares añadidos.

“Los cereales cargados de azúcar añadido frecuentemente vienen en empaques que cuentan con personajes de dibujos animados para atraer a los niños. Para colmo de males, algunos de los cereales más gravemente azucarados cuentan con etiquetas de marketing que los promocionan como ‘buena fuente’ de fibra o de vitaminas, las cuales sugieren erróneamente que los productos son saludables”, afirman.

En el estudio, los investigadores no satanizan los cereales, solo subrayan que los de grano entero y sin azúcar añadida son más saludables y una rica fuente de vitaminas y minerales de origen natural, sin añadir calorías vacías.
“Los cereales como la avena pueden proporcionar nutrientes importantes sin todo el azúcar añadido”, detallan.
Por salud, se recomienda que las grasas sólidas y los azúcares no sobrepasen el 15% de la ingesta total de calorías diarias.
Los cereales para niños están llenos de azúcar y contienen cantidades enormes en sus porciones, que pueden ser equivalentes a tomar alguna golosina como galletas.



Como podrán ver los cereales comerciales para niños no son una fuente saludable para el desayuno.

Fuente: http://www.nacion.com/vivir/bienestar/Cereales-desayuno-pueden-azucarada-calorias_0_1414658693.html

https://www.facebook.com/clinicasmartdental

EL ÁCIDO CÍTRICO ES CONSIDERADO EL PEOR ENEMIGO DE LOS DIENTES.


Aunque el azúcar es considerado el principal enemigo de la salud bucal, existen otros enemigos a tener muy en cuenta que debilitan a los dientes sanos y son los alimentos con bajo pH o sea que poseen mayor nivel de acidez.

Entre los alimentos con bajo pH se encuentran en primer término las golosinas ácidas bajas o sin azúcar, refrescos y zumos de frutas puntualmente ablandan los dientes, brindando como resultado la erosión del esmalte y la consiguiente disminución de tamaño de los mismos.


El ácido cítrico es considerado el peor enemigo de los dientes, según los especialistas. La erosión ácida representa la peor pesadilla y particularmente la producida por los productos alimenticios comerciales rotulados como ultra-ácidos y que son además ultra pegajoso, incluso adicionados con vitaminas que empeoran el problema al considerarse como saludables.

                                           

Como parámetro a tener en cuenta los caramelos ácidos en una prueba presentan un pH muy bajo y los especialistas de la Academia Americana de Odontología Pediátrica hacen referencia a que su consumo destruye al diente de la misma forma que se derrite un cubo de hielo.

Para empeorar las cosas, el esmalte dental de los niños no está maduro hasta que una década después hacen su aparición los dientes permanentes y por lo tanto en su caso los dientes de leche son más susceptibles al ácido, perjudicándolos gravemente. 

Aunque los adultos tampoco están exentos, ya que en su caso tanto las golosinas ácidas como los refrescos sin azúcar, cumplen con el mismo efecto erosivo destructivo sobre los órganos dentales.

                                   

Por ello los especialistas recomiendan si se van a consumir alimentos muy ácidos hacerlo durante las comidas, para minimizar los efectos al mezclarse con otros alimentos y tomar abundante agua natural para minimizar el efecto del ácido en los dientes.

Fuente: terra.com/salud-bucal

miércoles, 14 de mayo de 2014

ERRORES EN EL CEPILLADO DENTAL

El cepillado dental,  es un factor de mucho peso en el buen mantenimiento de nuestra cavidad oral, siempre y cuando sepamos cómo hacerlo bien. 

Aunque cepillarnos los dientes parece ser una tarea sencilla, muchas personas no la realizan tal y como debe ser, por ejemplo:

1. Un inadecuado cepillo dental
Un cepillo de cerdas suaves es ideal para eliminar la placa y los restos alimenticios de los dientes. Los cepillos de cabeza pequeña también son recomendables puesto que llegan mejor a todas las zonas de la boca, aún a los dientes posteriores de difícil acceso.

2. Inadecuada técnica de cepillado
Muchas personas utilizan el cepillo dental con una dirección equivocada. Incline el cepillo a 45° contra el borde de la encía y deslice el cepillo alejándose de ese mismo borde y hacia adelante, de arriba hacia abajo en superiores y de abajo hacia arriba en los inferiores, o sea con movimiento de barrido, al menos 5 veces por zona.
En los dientes anteriores por detrás,  se debe utilizar la punta del cepillo. Las superficies de masticación se cepillan en forma circular.


3. Cepillarse con mucha fuerza
Muchos piensan que un cepillado es efectivo cuando aplican fuerza, lo cual puede producir un desgaste en la encía, principalmente en la zona cervical (cuello del diente),  produciendo que la misma se adelgace y se retraiga,  haciendo que los dientes  muestren la raíz y posteriormente se vuelvan hipersensibles.
Muchos piensan que al ejercer fuerza se realiza una mejor limpieza y los dientes se van a ver blancos,  realmente al ejercer fuerza excesiva, abrasionamos el esmalte y el diente pierde su brillo natural. 

Dejemos que nuestro dentista se encargue de eliminar las manchas externas y limpiar los dientes de manera adecuada, por esto son importantes las visitas al dentista cada 6 meses.


 4. Lavarse los dientes muy rápido
Se recomiendan al menos 2 minutos, para un cepillado efectivo, lo cuál representa 1 minuto por arcada. 

5. No tener un orden a la hora del cepillado
Se debe de empezar por la parte posterior, idealmente en molares del lado derecho y se cepilla toda la arcada primero por la superficie esterna y luego se continúa por la superficie interna y termina donde empezó en molares derechos. Este procedimiento se realiza para ambas arcadas, llevando un orden, así no se nos olvidará ninguna superficie.


6. Lavarse los dientes con poca o mucha frecuencia
La poca frecuencia, nos va a dar como resultado exceso de bacterias,  que se hacen más difíciles de eliminar con el cepillado regular,  la flora bacteriana de la boca se altera, haciendo nuestros dientes más propensos a caries y a sufrir de enfermedad periodontal.
Mucha frecuencia en el cepillado, puede dar como resultado un esmalte y encías más delgados y consecuentemente dientes sensibles.

7. Olvidar enjuagar el cepillo dental
El cepillo dental anida miles de bacterias, cada vez que nos lavamos los dientes debemos de enjuagar el cepillo  después de cada cepillada.


8. No utilizar el enjuague e hilo dental
Ambos son complementos para lograr una mayor higiene bucal. Cuando se realiza el cepillado hay lugares donde este no puede limpiar completamente y también hay bacterias y residuos que no fueron removidos. El enjuague y el hilo dental eliminan lo que cepillo no pudo.


 9. Olvidarse de lavar de lengua y mejillas.
En estas zonas se ubican muchísimas bacterias y muchas personas olvidan limpiarlas. No cepillar lengua y mejillas puede ser una de las causas del mal aliento.

10. No cambiar el cepillo dental con frecuencia.
Debe reemplazar su cepillo dental cuando muestre señales de desgaste o cada tres meses. También es importante cambiar los cepillos dentales después de un resfriado, puesto que las cerdas acumulan gérmenes que pueden provocar una nueva infección.


 11. Colocar demasiada pasta en el cepillo dental.
La cantidad a  depositar en la superficie del cepillo dental, solamente debe ser un tercio de su longitud o de manera más gráfica: “Como el tamaño de un chicharo”. De esta forma, realizaremos una limpieza “mecánica” correcta y aprovecharemos todos los beneficios que nos proporciona la pasta dental.



Fuente: Contigosalud.com


lunes, 12 de mayo de 2014

DIFERENCIAS ENTRE VIRUS Y BACTERIAS

En ocasiones nos referimos erróneamente a virus y bacterias como si fueran lo mismo o sinónimos. 

Tener esta confusión es normal ya que estos microorganismos tienen algunas similitudes, como por ejemplo que ambos pueden ser causantes de enfermedades, sin embargo esto es un error ya que estos microorganismos tienen más diferencias que puntos en común.

Los virus son organismos acelulares (sin células), compuestos de ácido nucleico, que no tienen metabolismo propio y para replicarse necesitan habitar en las células de otro organismo vivo, las cuales se denominan células huésped.

Existen discusiones científicas sobre si considerarlos o no como la forma de vida más simple conocida hasta el momento, ya que siempre necesitan de una célula hospedadora para vivir y reproducirse.

Los virus no respiran, no se mueven ni crecen. Sin embargo sí se reproducen y mutan y se pueden adaptar a nuevos huéspedes.

Su tamaño es realmente muy pequeño, generalmente se encuentra entre los 20 a 300 nm. (milmillonésima parte de un metro).

Una de las enfermedades más graves e importantes causada por un virus es el VIH (virus de inmunodeficiencia adquirida).



Las bacterias son microorganismos unicelulares. Pueden llegar a medir unos 1000 nm y pueden adoptar diferentes formas según las cuales se las clásfica (barras curvas, esferas, barras, y espirales).

Debido a que las bacterias si tienen una célula se las considera sin duda uno organismo vivo unicelular. Las bacterias tienen toda la estructura celular necesaria para su crecimiento y reproducción.En general se reproducen de forma asexuada, aunque existen casos en los que el material genético necesario para la reproducción se transmite de una bacteria a otra.

Las bacterias no son necesariamente nocivas para el organismo, de hecho determinadas partes de nuestro cuerpo, como por ejemplo los intentestinos, necesitan mantener un determinado equilibrio en la cantidad de bacterias para funcionar correctamente, si esas bacterias son eliminadas, por ejemplo cuando tomamos antibióticos para otras afecciones, pueden producirse diarreas.



También hay ciertos alimentos que deben mantener una cantidad determinada de bacterias como por ejemplo el yogurt y algunos quesos.

Las bacterias, en algunos casos, pueden resultar beneficiosas, en cambio los virus no lo son (a excepción de algunos estudios que se están realizando de virus capaces de destruir tumores cerebrales).

En el caso de las bacterias la infección es localizada, mientras que en el caso de los virus se produce de forma sistémica.

La forma de combatir a virus y bacterias es diferente, mientras que para combatir una bacteria es necesario tomar o inyectar un antibiótico, para combatir los virus se utilizan antivirales y también vacunas preventivas.



Fuente: Ojocientífico.com

viernes, 9 de mayo de 2014

5 COSAS QUE QUIZÁS NO SABES DE TU CEPILLO DENTAL

No sólo se trata de cepillarse los dientes tres veces al día -o después de cada comida- para tener una buena higiene bucal. El instrumento para limpiar la boca y los hábitos en el baño también juega un papel muy importante a la hora de mantener una boca sana.
El cepillo de dientes hay que tratarlo con mucho respeto, pues puede ser un foco de gérmenes, incluyendo bacterias intestinales y gérmenes fecales.
Del mismo modo, del lugar en que se guarda y cómo se guarda depende que haya más o menos microorganismos en las cerdas que después entrarán a la boca y pasarán por los dientes, encías y lengua.
La doctora Maria Geisinger, profesora de periodoncia de la Escuela de Odontología de la Universidad de Alabama ofrece cinco cosas que quizás le sorprendan de su cepillo de dientes.

1. Hogar de microorganismos

En una entrevista publicada en la revista de la Universidad, Geisinger explica que en la cavidad oral albergan cientos de distintos microorganismos que se pueden transferir al cepillo de dientes durante el uso.
Algunos de ellos serían estafilococos, bacterias coliformes, pseudomonas, levadura, bacteria intestina y gérmenes fecales.
"La mayoría de los cepillos se guardan en los baños, que hace que estén expuestos a microrganismos intestinales", señala.
Estos organismos -según la experta- se pueden transferir por una ruta oral.
"Y el número de microorganismos puede variar mucho de indetectable a una colonia de un millón de unidades formadoras de colonia".

2. Del inodoro al cepillo

¿Puede la bacteria del inodoro saltar al cepillo? Geisinger dice que la respuesta corta es "sí".
"Las bacterias entéricas, que en su mayoría ocurren en los intestinos, pueden pasar a los cepillos y terminar en la boca".
Esto sucede cuando la persona, después de ir al baño no se lava las manos antes de manipular el cepillo. Incluso, puede ocurrir si no se limpia bien las manos.
Aunque la responsabilidad de tener unas cerdas libres de bacteria no reside sólo en el usuario. Puede haber estos microorganismos antes de comprarlos o de retirar el cepillo del empaque.
"No es un requerimiento que sea empaquetado de una forma estéril", agrega.

3. Lugar de descanso

La Asociación Estadounidense Dental recomienda que el cepillo no se guarde en un contenedor cerrado o que se cubra.
"Esto se debe a que un ambiente húmedo es más propenso para el crecimiento de microorganismos", explica la experta.
Los especialistas sugieren guardar los cepillos en forma vertical y -de ser posible- dejarlos secar hasta el siguiente uso.
"Si se almacena en el lugar más de un cepillo, mantenerlos separados puede ayudar a prevenir la contaminación cruzada", aconseja Geisinger.


4. Limpiar al que limpia

A fin de asegurar una buena limpieza bucal -y evitar que a la boca salten microorganismos de otras partes- la profesora Geisinger recomienda enjuagar a fondo los cepillos con agua potable después del cepillado.
Esto permitirá retirar todos los restos de pasta de dientes y de comida que queden atrapado entre las cerdas.
La experta también aconseja empapar los cepillos en un enjuague bucal antibacterial. "Se ha demostrado que disminuye el nivel de bacteria que crece en los cepillos".
No obstante, los cepillos, por muy bien cuidados que estén, tienen un período de vida útil, que puede variar entre los tres y cuatro meses o cuando las cerdas se deshilachan, "lo que ocurra primero".
Aunque si la persona ha estado enferma, la especialista aconseja cambiar de cepillo una vez recuperado.

5. Cuatro pasos

Maria Geisinger ofrece en la entrevista cuatro consejos que se pueden seguir para ayudar a conseguir una mejor higiene bucal y evitar -o al menos limitar- algunas de las causas de acumulación de bacteria en el cepillo.
La primera sería utilizar enjuague bucal antibacterial antes del cepillado. "Esto puede disminuir considerablemente la carga de bacteria en la boca y por consiguiente reducir los microorganismos que terminan en las cerdas tras el cepillado".
Le sigue limpiarse la boca con regularidad. "Es especialmente importante para aquellos con enfermedades periodontales, pues la bacteria oral presente en sus bocas pueden entrar en el flujo sanguíneo durante las actividades diarias, como comer, masticar chicle o cepillarse los dientes".
La experta reitera la importancia de lavarse las manos "después de utilizar el inodoro y antes de agarrar el cepillo. "Esto reduce las probabilidades de una contaminación fecal oral".
Y por último, no hay que compartir el cepillo de dientes. "Esto parece una obviedad, pero una buena cantidad de parejas admiten que comparten el cepillo".
Esto significa que se comparten las bacterias en los cepillos. "Incluyendo aquellas que causan caries y enfermedades periodontales".

Fuente: BBC mundo, Salud

lunes, 5 de mayo de 2014

LA SONRISA ES UNO DE LOS PRIMEROS IMPULSOS NEUROLÓGICOS DEL BEBÉ, QUE MÁS ADELANTE FUNCIONARÁ COMO TERAPIA

Los niños sonríen desde la semana once de gestación, pero es hasta los primeros meses de vida cuando es el resultado del estímulo de los adultos. Estos son sus primeros juegos.
Reír es una terapia. Todos hemos escuchado teorías científicas que avalan la risa como una manera para liberar estrés, angustia o tristeza. Existen historias de milagros, como enfermedades que se curan después de prolongadas sesiones de carcajadas, que llevan a positivos estados de ánimo.
La capacidad que tenemos para reír se origina en la parte frontal de la corteza cerebral. Allí se liberan impulsos negativos y endorfinas que pueden actuar inclusive de forma similar a la morfina; por eso se puede aliviar dolores, contrarrestar la depresión e, incluso, hacer que el sistema inmune ataque más fácilmente a virus y bacterias.  
De acuerdo con el siquiatra Sigmund Freud, la risa ayuda a liberar impulsos reprimidos, tensiones y sentimientos acumulados.

Los seres humanos empezamos a reír desde el vientre. Aunque los primeros días es solo un impulso neurológico que puede carecer de significación. La pediatra bioenergética Clara Sandoval asegura que los estudios han determinado que hasta antes del tercer mes esa sonrisa es consecuencia de estímulos externos.


Carlos Alberto Jiménez, pedagogo, investigador y experto en neuropedagogía y lúdica, explica que los juegos iniciales del bebé están relacionados con el contacto físico que tiene, primero, con su madre. El pezón es ese primer ‘juguete’, una razón más para estimular la lactancia materna. Estos juegos pueden comenzar, según el experto, “si se exageran las expresiones de su rostro, al hacer muecas y asumiendo posiciones faciales aparentemente tontas que satisfacen enormemente a los niños”.
Aunque una sonrisa disimulada o una carcajada no quieren decir que el niño será en el futuro más o menos alegre, sí vale la pena que le ayude con actividades que les permitan sonreír, debido a que son un estímulo y un intercambio de afecto con el pequeño.
Dice el experto Carlos Jiménez que “en la vida intrauterina, las primeras sonrisas del niño se producen a las once semanas de gestación. Para algunos neurólogos, estos comportamientos son de carácter reflejo-endógeno, y sólo muestran ciclos de excitación neurofisiológica, en las cuales el cerebro se ve en la necesidad de descargarse”.
Cuando el bebé nace sigue con esa sonrisa, que se manifiesta como un pequeño movimiento de los labios, generalmente mientras duerme o se encuentra en un estado de tranquilidad. Esto se produce gracias a la madurez de su sistema neuromuscular.  Cuando ya llegan a los seis meses, la sonrisa es mucho más expresiva y ya se considera una de las primeras actitudes socializadoras.

“Darwin llegó a la conclusión de que las expresiones faciales que corresponden a emociones como la alegría, el placer, el goce, el miedo, el odio, se hallan ya presentes al nacer el niño”, dice Jiménez. En conclusión, esas sonrisas que expresan los  bebés son una necesidad de ser estimulados, entretenidos y de querer aprender lo que su entorno tiene para enseñarles. Son los primeros estímulos que se garantizan con el solo contacto piel a piel entre padres e hijos. 
Fuente: www.abcdelbebe.com